Marcos de Quinto: «Si un líder comunica muy bien pero gestiona mal no sirve para nada»

Nos colamos en «La voz del CEO en la reputación corporativa» organizado por Reputation InstituteThinking Heads y Corporate Excellence en la sala Bankinter de Madrid para conversar sobre liderazgo con el exvicepresidente ejecutivo y máximo responsable del marketing mundial de The Coca-Cola Company, número dos de Ciudadanos en la lista al Congreso por Madrid y ejemplo de excelencia empresarial: Marcos de Quinto.

Tras una carrera de 35 años en la empresa estadounidense de bebidas refrescantes en la que presidió la filial española durante 14 años y alcanzó la vicepresidencia de Coca-Cola a nivel europeo– en agosto de 2018 Marcos decide retirarse para recomponer su vida. En menos de un año, en marzo de 2019, ficha por Ciudadanos como ‘número dos’ de la lista de la formación naranja al Congreso de los Diputados por Madrid a las elecciones generales del 28 de abril.

Marcos, ¿qué es para ti un buen líder?

M. Si un líder o un alto directivo comunica muy bien pero gestiona mal no sirve para nada, servirá para engañar a la gente. Lo más importante es que uno gestione bien, y luego pues si comunica mal, que le enseñen. Es más fácil enseñar a alguien que gestiona bien a comunicar, que no al revés. Afortunadamente, cada vez es más difícil engañar a la gente y más vale que seas un CEO auténtico y digas algo que realmente sientes.

«Un buen líder es el que lleva la compañía y hace alcanzar los objetivos que se propone».

¿Hay mucho líder mediocre?

M. Generalmente mediocridad tiene que existir en todas partes y en todos los aspectos de la vida. No creo que alguien que haya llegado a ser líder de alguna organización en sí mismo sea mediocre, porque es muy difícil. Los habrá muy buenos, buenos, regulares y muy malos. Pero malos para esa posición, no porque ellos en sí mismos sean mediocres.

 ¿De qué mueren las empresas?

M. Los cementerios de las empresas vienen por muchísimas cosas. Algunas de ellas murieron porque se olvidaron del cliente, se olvidaron de evolucionar. Otras porque crecieron muy rápido y no tenían un fondo de maniobra, un working capital.

Hay otras que han muerto desgraciadamente porque el Estado no les ha pagado y ha retrasado los pagos. Y siendo compañías exitosas que contrataban con el Estado, alguien metió las facturas en los cajones, y esas pobres empresas se vieron totalmente ahogadas. Hay muchas que mueren de éxito y otras que no mueren de éxito.

 ¿Cómo generar crecimiento desde el liderazgo?

M. Lo primero que la gente quiere en un país es su bienestar y el crecimiento económico de un país generalmente tiene una correlación muy alta con el bienestar. Creo que en estos momentos lo más importante es generar ese crecimiento. Y, ¿cómo se genera crecimiento? Haciendo que gente quiera invertir.

«El crecimiento es la medicina que cura todo».

Por otra parte, si aparte de conseguir todo ese tipo de inversión y de crecimiento, conseguimos que los servicios públicos que recibe la gente se puedan gestionar a menor coste a través de digitalizar partes de la Administración, pues mucho mejor. No es reducirlo, sino todo lo contrario. Con el mismo dinero podemos incluso ofrecer más servicios gestionándolo mejor. No tiene mayor misterio. No es política, es sentido común.

 ¿Por qué se dice eso de que los políticos son los elementos menos creíbles de la sociedad?

M. Algo habrán hecho los políticos para tener esa mala reputación, y algo habrán hecho otros para que ellos la tengan. No creo que haya surgido por generación espontánea, alomejor han fallado muchas veces en sus promesas.