Líderes y formación: cómo impacta el sistema americano

La formación constante, y en diversas áreas de conocimiento, acompaña al líder a lo largo de toda su trayectoria profesional. ¿Qué valores deben acompañar este proceso de aprendizaje? ¿cómo se integra la diversidad en el sistema educativo? Las diferencias entre el sistema educativo europeo y americano plantean nuevas perspectivas.

Marta Muñiz Ferrer, presidente y CEO de Schiller International University destaca la importancia de que la Universidad debe, no sólo plantear, sino adelantarse a los nuevos cambios sociales y económicos. Todo ello, como industria que está en constante transformación. 

El modelo de formación que sustenta el modelo americano lo hace poniendo el foco en el resultado. Pero no es la única diferencia respecto al europeo, como matiza esta experta.

La diversidad sustenta unos efectos maravillosos, que permiten que los estudiantes se sientan parte del proyecto, crezca el compromiso y se identifique el talento

Modelo americano: el resultado como epicentro

Con una dilatada experiencia en el sector educativo, Marta Muñiz resalta la paradoja de dos sistemas educativos, el europeo y el americano, que se sustentan en paradigmas muy diferenciados. De este modo, el americano deja una gran libertad para innovar en los programas. Está más cerca del ámbito empresarial actual, puesto que sus profesionales proceden de este ámbito. Las ratios de graduación, el grado de satisfacción del estudiante y la empleabilidad se convierten en el mejor baremo que permite tomar conciencia de los resultados.

El modelo europeo tiene un enfoque más normativo: el contenido del programa, la metodología o el perfil del profesor son aspectos evaluados por académicos. Por tanto, resulta más difícil innovar. En este sentido, matiza Marta Muñiz “el modelo americano, con la mirada en los resultados, es mucho más flexible. Exige que los programas estén evaluados y asesorados por parte de profesionales, del mundo de la empresa, de cada una de las áreas de conocimiento”.

Fomentar el liderazgo desde la propia etapa formativa es uno de los ejes donde debería pivotar el sistema educativo

Modelo educativo cercano a la realidad profesional

Fomentar el liderazgo desde la propia etapa formativa es uno de los ejes donde debería pivotar el sistema educativo. Para Muñiz, se percibe una clara ventaja del modelo americano: su cercanía a la realidad profesional, que se refleja, además, en la flexibilidad del mismo. Por otro lado, reflexiona, “hay un tema cultural: la forma en la que disfrutan los estudios universitarios. En la primera etapa de exploración, el alumno tiene más libertad y puede adoptar decisiones más adelante, cuando hayan madurado.  En España hay obsesión por los títulos, y con 17 años se toman decisiones equivocadas, fracasan porque descubren que no es su vocación y que no responde la formación a sus fortalezas” .

En ambos casos, tanto el modelo americano como el europeo, convergen en una posición común: “los alumnos buscan un camino donde desarrollar una carrera profesional y desarrollarla, disfrutando del camino, la universidad. Aprenden de todas partes -matiza-, la universidad no es la propietaria del conocimiento y lo saben”.

Diversidad y compromiso para fomentar el liderazgo

La universidad, como en la empresa, es el reflejo de un ecosistema en el que el líder debe poder desarrollarse en entornos de confianza. Estos entornos están marcados por la generación de nuevas ideas, feedback con los equipos y la resolución más adecuada de problemas complejos.

De este modo, el estudiante se convierte en el centro de actuación, donde la diversidad es la clave del liderazgo inclusivo. Para ello, señala Marta Muñiz, hay que trabajar codo con codo, siempre manteniendo la transparencia con eje central: “las ideas no se producen en los despachos, sino trabajando con la gente, con los profesionales…”. Además, matiza, la diversidad sustenta unos efectos maravillosos, que permiten que los estudiantes se sientan parte del proyecto. De manera paralela, crece el compromiso y se identifica el talento.