Malabarista del cambio

Diego Posada

7 de julio de 2014

Hana Kanjaa se define como domadora del miedo y malabarista del cambio. En esta entrevista nos cuenta parte de sus enseñanzas a través de una experiencia que le cambió la vida practicando salto base. ¿Cómo es ese capítulo con el paracaidismo que consideras trascendental?

Desde el año 2006 practico paracaidismo, pero para probar nuevas emociones empecé a realizar una modalidad llamada salto base. En el paracaidismo saltas desde aviones a 4000 metros y en el salto base lo realizas desde lugares fijos que pueden ser montañas, edificios, puentes…

Llevaba varios días saltando en el Peñón de Ifach y el 3 de abril de 2011 iba a saltar rápido volver a Madrid porque tenía comida familiar. Cuando fui a abrir el paracaídas,se abrió con un giro que me dirigió hacia la pared que estaba muy cerca y no puede evitar el impacto.

Cuando practicas deportes de riesgo ya sabes lo que estás haciendo y a lo que estás expuesto, entonces cuando me estampe con la pared ya me preparé para lo peor. Sin embargo, no paso nada de lo que tenía que pasar cuando me vi colgada del paracaídas, y este a su vez de la repisa de una montaña. Me quedé suspendida en el vacío durante 4 horas hasta que me rescataron.

¿Ibas con alguien más?

Iba con mi marido que vio todo el accidente desde arriba. Él es escalador e intento bajar a rescatarme, pero se quedó atrapado en medio de la pared.

¿Cómo afrontaste esas 4 horas hasta que vinieron a rescatarte?

Se me ha olvidado contar que me encontraba a 200 metros del suelo y que mis puntos de sujeción eran únicamente un trocito de tela y un trozo de roca que en cualquier momento se podían desenganchar.

Cuando me vi colgada en esta situación tan precaria, pensé que era mala suerte porque no solo me iba a matar sino que iba a ser consciente de ello. Esto son cosas que piensas cuando te enfrentas a una situación así. La primera media hora es muy dura. Cuando tienes un accidente de coche o de moto, no te da tiempo a planteártelo, pero cuando estás viendo que en cualquier momento te vas a ir.

Hablas de 3 herramientas que te salvaron la vida…

Pasada esa media hora mi prioridad número uno era controlar el miedo y no dejarme llevar por el pánico porque sabía que si me dejaba llevar por el miedo y perdía el control, iba a tomar una decisión incorrecta que podía llevarme a la  muerte. Como no tenía mi Mp3, y sé que la música me pone de muy buen humor y me anima, me puse a cantar. Era la forma de llenarme de sensaciones positivas. La segunda herramienta fue disfrutar del momento que estaba viviendo, puede parecer absurdo e incoherente, pero pensé me encuentro en un lugar maravilloso así que empecé a disfrutar de la brisa, del sol.

Además, tenías que luchar para no perder la sensibilidad de las piernas…

Sí, a la media hora de estar colgada empecé a notar un cosquilleo en la pierna y un cuarto de hora después mi pierna estaba totalmente dormida, la izquierda, porque el arnés me estaba guillotinando la circulación. Entonces y aunque mi prioridad número 2 era no moverme, en ese momento me dí cuenta que tenía que hacer algo para recuperar la circulación de mi pierna. Me arme de valor y me sujete a eso que me mantenía viva para liberar un poco de presión.