Carmen Lence: “Para ejercer un buen liderazgo es importante ser auténtico”

CEO Rebels |Liderar las grandes transformaciones que la sociedad demanda actualmente desde el ámbito rural requiere que las empresas que operan allí adopten un enfoque innovador y rebelde.

Carmen Lence, CEO del Grupo Leche Río, ha cultivado su pasión por el liderazgo y la creación de equipos altamente efectivos sin perder sus raíces y con un doble cariz rebelde. Por un lado, su compromiso con la empresa familiar ha convertido a Lence en uno de los diez mayores grupos de producción láctea del país. Por otro, ha demostrado una apuesta indiscutible por el medio rural y por el empoderamiento de las mujeres.

Todo un alegato en favor de la rebeldía con un auténtico sabor rural, de mantener las raíces y el proyecto empresarial familiar, que nos presenta Juan Luis Polo, fundador de la agencia independiente Good Rebels.

“Nos sentimos una empresa activista en el sentido de llamar la atención sobre la importancia que tiene el medio y, por supuesto, la mujer rural”

El valor de la autenticidad

Carmen Lence ha desarrollado su carrera profesional en puestos de gestión en corporaciones y empresas familiares. Durante los últimos años, antes de tomar el liderazgo del grupo de empresas de la familia, trabajó en el campo de executive coaching y formación de altos ejecutivos a nivel internacional.

Un cambio de rumbo que no ha significado una variación en algo que ella considera esencial: la autenticidad. “Yo no soy un personaje, soy una persona” – confiesa- “A veces puedo ser políticamente incorrecta, pero si dejara de hacer o decir ciertas cosas, dejaría de ser yo”.  Una autenticidad que para Carmen está muy conectada con la transparencia en su actividad diaria: “Cuando uno va con la verdad por delante, la incertidumbre desaparece. Los problemas de las compañías a veces residen en la comunicación”, remarca: “Hay que comunicar para que la gente que está en ese barco, en nuestra empresa, se sienta cómoda”.

“Hay que valorar la excelencia, aspirar a ser mejores. La vida es demasiado corta para vivirla de una manera mediocre

Una apuesta por mantener las raíces

Y en ese valor por no perder la esencia está el propósito del Grupo Lence: “Nuestras empresas dependen en su totalidad del entorno rural – resalta Carmen- y somos muy conscientes de su importancia” Este entorno representa un 86% del territorio, en el que, curiosamente, solo vive un 17% de la población. Una base de población muy pequeña pero sobre la que recae la responsabilidad de mantener los bosques y campos como el pulmón del pa´ís, prevenir los incendios y proteger la cadena alimentaria, como hemos visto a raíz de la escasez de alimentos provocada por la Guerra de Ucrania. 

Por ello son tan necesarias muchas más familias Lence en España. Las empresas familiares suponen en 70% de la riqueza del tejido empresarial nacional y no gozan todavía del reconocimiento social que merecen. Como apunta Carmen, hablamos mucho de multinacionales. Yo soy la primera que admiro a las multinacionales, me encanta la profesionalización que tienen, sus procesos, pero no tienen el apego a la tierra que tiene una empresa familiar, ni la fuerza para luchar contra las adversidades del que siente que su país es su legado”. Un legado que nació con Jesús Lence y ha perdurado de generación en generación, y que hoy continua vivo en Lugo gracias a la labor de Carmen y su equipo.

Hay que comunicar para que la gente que está en ese barco, en nuestra empresa, se sienta cómoda

Liderazgo y resiliencia: el líder como fuente de inspiración

Tan vivo que para Lence es sencillo definir cuáles son las cualidades inspiradoras debe tener un líder para dejar impronta en la empresa. Capacidad de trabajo, integridad, valentía… son atributos de los que habla Carmen Lence al referirse a su padre, emprendedor y creador de la empresa que hoy dirige gracias a lo que ellos definen jocosamente como una casualidad de la leche”.

Del impago de su mayor cliente y la amenaza de la quiebra del negocio familiar de gasolineras, Jesús Lence supo aprovechar los tres camiones cisterna que recibió como pago en especie para convertirlos en una oportunidad de negocio. Todo un ejemplo de superación para Carmen: “No se rindió. Estaba en la desesperación y él mismo se puso a trabajar con ellos. Lo percibió como una oportunidad. No triunfó por una casualidad, triunfó porque realmente vivía de sus valores”.

¿Cuáles son estos valores, pilares de lo que es hoy Grupo Lence? Para Carmen, la clave del liderazgo que ha adoptado, siguiendo el modelo de su padre, se basa en la rebeldía inspiradora y en una serie de valores esenciales, tales como:

1.-Tener coraje para enfrentarse a situaciones. A la hora de ejercer un buen liderazgo hay que ser auténtico, sentir que se puede confiar en el líder.

2.-Conseguir las metas. “Nadie te regala nada -señala- tienes que tener coraje para seguir adelante e intentar cada día dar un salto”.

3.- Tener iniciativa. No te preocupes, ocúpate. Haz que las cosas pasen y pon el foco en la acción.

4.- Colaboración. “Es algo de lo que debemos ser muy conscientes todos los que formamos parte de la empresa”, señala Carmen. “Por muy inteligente que se crea el CEO y su ego sea enorme, hay que saber rodearse de buenos colaboradores”.

5.- El valor de la excelencia. Aspirar a ser mejores. “La vida es demasiado corta para vivirla de una manera mediocre” sintetiza Carmen.

Hay ganaderías que llegan a la segunda generación con muchísima fuerza: una visión completamente diferente y profesionalizada

Crisis de talento y rebeldía con propósito


“Hoy estamos en una crisis de talento. El mando y ordeno se acabó,
tienes que contratar a gente en la que apoyarte, y los líderes de cada departamento tienen que saber más que el propio CEO para que se pueda apoyar realmente en esa persona”, matiza Carmen.

Ante este líder disruptivo, el cambio es sustancial: “el CEO no tiene por qué ser un especialista de nada, tiene que saber de todo, pero sobre todo tiene que hacer buenas preguntas y obtener la mayor parte de la información que pueda de una manera objetiva de los demás”.

De rebeldes sin causa a rebeldía con propósito. “Nos sentimos una empresa activista en el sentido de llamar la atención sobre la importancia que tiene el medio rural, y, por supuesto, la mujer rural” . Para ello, es trascendental, señala Carmen Lence, saber que la formación es vital: “las ganaderías que tienen futuro son aquellas que, como nuestra propia empresa, tienen que ser más productivas y eficientes. Están lideradas por personas formadas, que miran su negocio como empresa y pretenden ser mejores empresas – concluye Carmen Lance- Como tengo que ser yo”.


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