Sergio de la Calle: «¿Cuándo fue la última vez que te reíste trabajando?»

Sergio de la Calle presentó su último libro La risa asusta al miedo en el último Afterwork de Mutualidad. El autor es una de las voces más autorizadas del panorama nacional sobre la importancia de desarrollar el sentido del humor en el espacio de trabajo.

El sentido del humor es una habilidad con enormes ventajas, y aunque a priori puede ser contraintuitivo estimularlo como faceta profesional, también puede ser un recurso excepcional en el ámbito laboral.

¿Por qué no nos reímos más trabajando?

Si pensamos en profesionalidad, nuestra mente se ubica en el tono serio y una actitud aséptica donde las emociones no deben ocupar ningún lugar. Es más, ‘negocio’ es una palabra latina formada por nec y otium, o sea «sin ocio», los asuntos que están fuera del reposo, del tiempo libre y por supuesto de la diversión.

Sin embargo, en los últimos años un creciente número de investigaciones afirman que para desarrollar nuestra capacidad cognitiva y nuestra predisposición al compromiso en nuestro puestos de trabajo esta está condicionada por el grado en el que nos encontrarnos a gusto en el ambiente laboral. La prioridad debe ser crear un entorno distendido, relajado y donde existan relaciones sanas y basadas en la confianza. A lo largo de los años, la neurociencia ha desarrollado muchas investigaciones al respecto. Sin ir más lejos Antonio Damaso ha demostrado que sin emoción no hay aprendizaje.

El humor ayuda a generar emociones, a establecer vínculos, a aclarar ideas a desatascar impasses y conflictos y, sin duda alguna, a construir relaciones positivas.

Por lo tanto, ¿no es plausible afirmar que si queremos que el talento pueda desarrollar su máximo potencial y aumentar el compromiso, debemos generar entornos de trabajo donde el sentido del humor y la diversión sean palpables?

Pensar creativamente es una tarea compleja 

Durante la entrevista realizada por Noemí Boza, socia directora de Más Cuota, Sergio hizo hincapié en que el compromiso laboral ha evolucionado hacia lo que él denomina compromisos temporales que debemos aprender a gestionar. Desde esta perspectiva, el experto insta a las empresas a optimizar los procesos de selección y adaptación de nuevos empleados para maximizar su eficacia desde el principio y pensar que el ciclo de un trabajador en la empresa puede estar en torno a los 4 años.

En el coloquio, Noemí Boza y Sergio de la Calle reflexionaron también sobre la externalización de la creatividad y los riesgos que conlleva el uso excesivo de la inteligencia artificial en este ámbito. En este aspecto señaló la importancia de enfrentarse a la hoja en blanco y fomentar la generación de contenidos como ejercicio para fortalecer la creatividad.

Pensar creativamente es una tarea compleja y ardua pero fundamental para resolver problemas y plantear soluciones innovadoras. Para Sergio de la Calle, son los líderes, con su visión 360º grados de la realidad del negocio, los que articulan el contexto los que deben estar volcado el personal en el pensamiento creativo.

El sentido del humor, según Sergio, es una habilidad subestimada que no solo ayuda en la comunicación y en la negociación, sino que también puede desbloquear situaciones difíciles y facilitar la comprensión de mensajes complejos.

Existen 4 tipos de estilos de humor: el afiliativo, el autoestimulante, el agresivo y un estilo basado en reírse de uno mismo. Este último, el más recomendado para construir puentes entre el líder y su equipo por reflejar la humildad, la vulnerabilidad y la cercanía que el líder tiene que forjar para romper las barreras que conlleva el cargo. Por el contrario, el agresivo no es idóneo en el espacio de trabajo pudiendo llegar a generar desconfianza e inseguridad.

¿Puede el humor ser la solución ante la polarización en ciertos debates?

La casualidad quiso que este afterwork se celebrase el Día de la Mujer. Esta circunstancia dio pie a que Noemí reflexionase sobre la politización de la equidad de género muy polarizado y que empieza a hastiar a las personas.

E incluso ofrecer la percepción de que se ha ido demasiado lejos. Los datos del estudio del CIS, reflejan que un 44% de hombres y un 32% de mujeres consideran que la balanza se ha girado y ahora son las mujeres las que gozan de más privilegios.

¿Podría ser el humor un catalizador que nos ayudase a acercar posiciones y a resituar el debate? Ante esta pregunta el entrevistado confesó no sentirse cómodo con el uso del humor en torno a la diversidad. «Como hombre, hablar sobre este tema puede ser complicado, pero compartió su enfoque sobre cómo abordarlo de manera respetuosa y reflexiva, utilizando analogías para hacer visibles las barreras que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral» contaba.

En su caso, alguna vez ha utilizado el formato del cómic de superhéroes, para reflejar barreras en el desarrollo profesional de las mujeres y desde ahí ha podido usar alguna palanca humorística.

Noemí Boza resaltó el largo camino por recorrer que todavía tenemos por delante hacia una consecución de una equidad real y que es importante que no perdamos la oportunidad de construir algo nuevo que se nutra de los atributos femeninos, como la empatía y la cooperación, aportando una nueva realidad en el ámbito público.

Sería una enorme pérdida que este proceso derivase en una masculinización de las mujeres que en vez de transformar los espacios de trabajo se vean transformadas por ésta. La feminidad conlleva atributos fundamentales de lo humano que tanto hombres como mujeres poseemos y que es necesario que germinen con fuerza donde tradicionalmente ha reinado de manera absoluta la energía masculina.

Sin duda, el Afterwork con Sergio de la Calle proporcionó una visión profunda y reflexiva sobre el papel del humor y la diversidad en el entorno laboral, destacando su importancia para fomentar un ambiente de trabajo positivo y productivo.