Las ‘4Ds’ que fundamentan el liderazgo

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A lo largo de la historia, muchas son las definiciones que se han dado de liderazgo. Para Sun Tzu −filósofo de la antigua China, el liderazgo era tener cinco virtudes juntas: inteligencia, honradez, humanidad, coraje y disciplina. Sin embargo, para Peter Drucker padre del management− la única cualidad que une a todos los líderes es tener carisma. Por su parte, Ana María Castillo y Juan Carlos Cubeiro definen el liderazgo como un talento. Lo hacen en su libro Liderazgo innovador para Dummies (2015).

Ingredientes del talento

Por lo que antes de ahondar en el liderazgo veremos que, para ellos, basándose en Dave Ulrich, el talento tiene los siguientes ingredientes:

  1. Capacidad: Que resulta de la suma de aptitud (conocimiento) con actitud (predisposición).
  2. Compromiso: Energía que se pone en el proyecto. Y hablamos de energía en sus diferentes dimensiones: mental, física, emocional y de valores.
  3. Contexto: Hay talentos que funcionan en unos sitios pero no en otros. Las condiciones laborales, el clima, la situación… Todo afecta en el desarrollo del talento.

Las «4Ds» del liderazgo 

Planteando esta base y considerando el liderazgo como un talento, este se fundamenta a su vez en cuatro conceptos:

  1. Disfrute: Los autores aseguran que hacemos más y mejor lo que más nos gusta. Alejan el liderazgo de aquel que sufre con una tarea.
  2. Diversidad: Consiste en sentirse orgullo de la diferencia y de lo que se puede aportar.
  3. Dedicación: La calve de la excelencia es cuestión de trabajo. Disciplina y compromiso son necesarios si queremos convertirnos en referentes.
  4. Dominio: Muchos expertos son los que dicen que necesitamos 10 mil horas para dominar algo. Al margen de cifras exactas es cierto que solo se domina aquello que se disfruta. Y eso tiene como base la motivación intrínseca, una fuerza que tiene que salir de dentro.