Será la líder más joven del IBEX 35 y la cuarta ejecutiva entre las grandes cotizadas. Pero quizás, el mayor desafío que tiene por delante es recoger el testigo de su padre: Amancio Ortega, el mayor exponente de un liderazgo silencioso en el que los hechos han llenado el vacío de sus palabras. Y, aunque este movimiento era previsible, ha supuesto una sacudida en el panorama empresarial español, pese a este tipo de relevo no es un caso inédito. En Canal CEO hablamos de las otras “Marta Ortega”, un liderazgo de segunda generación en clave femenina que puede inspirar a otras muchas empresas familiares.
Estos días hemos asistido a una de las noticias más importantes de los últimos años en el panorama empresarial español: Marta Ortega, la hija de Amancio, se convertirá en abril de 2022 en la nueva máxima responsable del Grupo Inditex en sustitución de Pablo Isla.
Aunque la presidencia de la hija del fundador del gigante textil tendrá un papel no ejecutivo (ese privilegio corresponderá a su CEO, Óscar García Maceiras), la noticia ha vuelto a recordarnos episodios pasados en los que grandes magnates de empresas familiares españolas cedieron el testigo a sus hijas, con suerte dispar.
“Dedicaré mi vida a desarrollar el legado de mis padres, mirando al futuro pero aprendiendo del pasado” Marta Ortega
FCC y las Koplowitz
Posiblemente el primer apellido que a todos se nos viene a la cabeza al pensar en una empresa familiar española convertida con el tiempo en una gran compañía cotizada es el de Koplowitz. Esta saga cobró fama a partir de 1944, con la creación de Fomento de Obras y Construcciones por parte de Ernst Koplowitz Sternberg. La empresa poco a poco se convirtió en un gigante de la construcción que décadas más tarde, bajo el nombre de FCC, recayó en manos de las hijas del fundador: Esther y Alicia.
La familia se convirtió en una asidua de la lista Forbes de las mayores fortunas españolas durante muchos años, pero todo cambió a finales del pasado siglo. En 1998 Esther le compró su participación a Alicia y apenas 16 años después, asfixiado por las deudas, el apellido Koplowitz dejó de dirigir los designios de FCC tras convertirse el mexicano Carlos Slim en el nuevo hombre fuerte de la compañía. La nieta del fundador, Esther Alcocer Koplowitz, sigue en la presidencia, pero con un papel no ejecutivo.
Iberostar y las hermanas Fluxá
La historia de los Fluxá presenta ciertos paralelismos con la de los Koplowitz, pero con un desenlace diametralmente distinto. El representante de la tercera generación del negocio familiar, Miguel Fluxá, permanece todavía al frente de la compañía, aunque hace ya algunos años que dejó la dirección ejecutiva en manos de sus dos hijas: Sabina (CEO y vicepresidenta) y Gloria (CSO y vicepresidenta).
Los orígenes de esta empresa familiar se remontan a 1877, cuando el bisabuelo de Sabina y Gloria (Antoni Fluxá) fundó una empresa de calzado (Lottusse). Aquel negocio fue el germen de un gran grupo que llegó a tener actividad en múltiples sectores y del que hoy Iberostar es el principal superviviente. Este gigante hotelero tiene más de 100 establecimientos en 16 países y supera los 34.000 empleados. Su salud es de hierro, entre otras cosas por los cambios que han liderado Sabina y Gloria, muy interesadas en el turismo responsable, la sostenibilidad, la protección de los hábitats y la digitalización.
María Carceller: de Damm a Rodilla
Es curioso cómo una familia de empresarios puede llegar a resucitar la empresa fundada por otro apellido. En España, esye curioso mérito es atribuible a los Carceller, propietarios del gran grupo cervecero catalán Damm y, desde hace varios años, de la marca de restauración Rodilla. Esta empresa de sandwiches fue creada en 1939 por el extremeño Antonio Rodilla y heredada por sus hijos (Antonio y Bernardo) varias décadas más tarde. Su buena marcha se mantuvo hasta que los dueños decidieron probar suerte, sin éxito, en el mundo inmobiliario.
Los Carceller entraron en el accionariado de Rodilla en 2006 y se convirtieron en socios mayoritarios en 2012, momento en que María Carceller (nieta del fundador de la saga, Demetrio Carceller Segura) se convirtió en CEO de la firma de restaurantes. María, que atesoraba una larga experiencia directiva tras haber sido responsable de Márketing en McDonald’s y PepsiCo, cambió el rumbo de Rodilla, apostando por nuevos segmentos de consumo en las grandes ciudades. Hoy, la compañía ha recuperado parte del vigor perdido, sumando unos 120 establecimientos y alrededor de 2.000 trabajadores.
El reto de Marta Ortega
El desafío que Marta Ortega tiene por delante en Inditex es colosal. Pablo Isla deja en sus manos la empresa española más valorada, con una capitalización bursátil superior a los 87.000 millones de euros. Durante los últimos años, el todavía CEO de Inditex ha puesto en marcha un ambicioso plan de crecimiento sustentado en la digitalización, la sostenibilidad y la omnicanalidad. El resultado es que las acciones del grupo se han revalorizado un 800% desde 2005, cuando Isla llegó a la cúpula de Inditex, y que la compañía tiene presencia en más de 200 países y una plantilla de más de 140.000 empleados.
La hija de Amancio Ortega afrontará el reto muy acompañada. No solo contará con el respaldo de quien será su CEO, Óscar García Maceiras, sino también con el del nuevo comité de dirección que se ha creado, integrado por nueve directivos con una dilatada experiencia en puestos de responsabilidad. Además, Marta conoce bien el funcionamiento de Inditex, pues ha trabajado en distintas áreas del gigante textil, asumiendo la dirección de la imagen de marca y la propuesta de moda de Zara. Al igual que su padre, se espera que se dedique a supervisar las nuevas colecciones de las marcas del grupo.