Despierta a tu niño interior

Alejandro Vega

@ElmetodoDICEDIR

Creador del método DICEDIR

La historia de nuestra vida es un viaje que cubre muchos aspectos y tiene varias paradas: dependencia, independencia y libertad personal. ¿Qué significa sentirnos libres? ¿Para qué estamos aquí? El único motivo por el que el ser humano está aquí es para sacar fruto de la vida, y esto incluye una nueva mirada hacia la adversidad. Las caídas existen para aprender, son los pasos necesarios para aprender a andar.

La infancia representa la etapa más importante en la vida de una persona. Las impresiones de estos primeros años nos sirven de referente para el resto de nuestro vida y a partir de ellas creamos asociaciones que marcan nuestra realidad. Con el paso del tiempo adaptamos nuestra mente a la personalidad del adulto, pero muchos conservan en su interior a un niño herido, que está llorando porque nunca hizo realmente lo que quería, porque no fue validado o porque sus necesidades no fueron cubiertas. El niño interior son nuestras emociones en estado puro. Cuando expresamos alegría, entusiasmo, rabia, tristeza, ira o miedo es nuestro niño interior quien está hablando.

[pullquote]Cuando expresamos alegría, entusiasmo, rabia, tristeza, ira o miedo es nuestro niño interior quien está hablando[/pullquote]

Algunos adultos viven en un conflicto interno permanente porque han desconectado de su esencia, es decir, se han olvidado de su niño interior y han cortado el cordón umbilical que les unía a él. El adulto está atrapado y es incapaz de expresar sus estados de ánimo, lo que le provoca una gran confusión y por extensión confunde a los demás.

Nos pasamos la vida demandando cariño, buscando reconocimiento y valoración por parte de los demás cuando somos nosotros mismos los que nos negamos estos regalos. Somos nosotros los primeros encargados de valorarnos, de querernos y de trabajar para podernos realizar.

¿Te asalta el enfado con frecuencia? ¿Te has pasado a pensar que quizá es porque piensas que las cosas podrían ser de manera diferente? ¿Y quién piensas que las cambia? Somos nosotros los que modificamos la realidad que nos rodea. Somos nosotros los que le damos sentido a nuestra existencia. No pierdas el contacto con tu niño interior. Asómbrate, descubre, explora, pregunta y, sobre todo, juega. Despierta a ese niño que un día se quedó dormido y pon a prueba tus extraordinarios poderes de cambio.