¿Eres un CEO que multiplica?

Para 2026, en apenas 4 años, los directivos estiman que los ingresos procederán de negocios, servicios y productos que aún no existen. El conocimiento del cliente, el liderazgo diverso y la autonomía serán clave para el éxito de los nuevos modelos, pero sobre todos ellos destacará el rol del CEO en esta nueva etapa. ¿Cómo podemos ser el factor multiplicador de nuestra organización?

Según el informe “The State of new business building” de McKinsey & Company, los líderes empresariales estiman que el 50% de sus ingresos globales en 2026 procederán de modelos de negocio, servicios y productos que todavía no existen.

En este sentido, en el seno de las corporaciones están emergiendo nuevos enfoques basados en la construcción de nuevas unidades que aprovechan al máximo los activos y capacidades ya existentes para crear negocios separados, pero vinculados que ofrezcan nuevos productos, servicios o modelos comerciales que, a menudos, se dirigen a nuevos mercados y geografías. Así, la creación de nuevos negocios genera un crecimiento orgánico, que en muchas ocasiones, genera mayores rendimientos para los accionistas que los acuerdos.

La investigación de Leap by McKinsey se ha llevado a cabo en julio de este año entre 1.178 CEOs a nivel mundial, el 21% de los cuales apuntan que la creación de nuevos negocios es su principal prioridad, una cifra que supone más del doble que entre 2018 y 2020. Las razones detrás del interés por esta estrategia es el aumento del crecimiento orgánico, la posibilidad de paliar los efectos de las disrupciones y la adaptación a las cambiantes necesidades de los clientes y el mercado.

La creación de negocios es la principal prioridad estratégica en la agenda del 21% de los líderes empresariales

El rol del CEO

Los encuestados por McKinsey apuntan que la creación de nuevos negocios es fundamental para la salud financiera de las empresas: el 24% aseguran que será la principal fuente de crecimiento de nuevos ingresos de sus empresas. Para Santiago Fernández, socio de McKinsey & Company en España, la puesta en marcha de iniciativas innovadoras desde dentro de las compañías responde a una estrategia de crecimiento y aumento de la rentabilidad. “Según nuestro análisis, siete de cada diez compañías que apostaron por la construcción de nuevos negocios como su estrategia principal crecieron a tasas superiores que la media de otras empresas de sus sectores”.

Pero sólo aquellas cuyos CEOs estaban comprometidos con la nueva estrategia de crecimiento tenían 1,9 veces más probabilidades de alcanzar el éxito. Tal y como apunta la consultora, para los encuestados son cuatro acciones del CEO las que hacen más probable que el intraemprendimiento resulte exitoso:

  • Proteger la inversión en los nuevos negocios
  • Invertir en crecimiento, incluso a expensas de la rentabilidad a corto plazo.
  • Establecer expectativas realistas con las partes interesadas internas y externas sobre las necesidades de inversión de las empresas y el tiempo de rentabilidad
  • Expresar públicamente su apoyo a las nuevas empresas.

Las otras claves del éxito

  • El informe apunta que los nuevos negocios exitosos cuentan con una considerable autonomía en IT, marketing, y datos y analítica. Y es que, en algunos casos, la tecnología y los procesos operativos de la organización matriz pueden llegar a lastrar la rápida creación de nuevas empresas.
  • Desarrollar una comprensión profunda de los clientes, tanto en el desarrollo del concepto de nuevo negocio como en el proceso de escalado y toma de decisiones, ayuda al éxito de las nuevas empresas.
  • El informe destaca que las empresas dirigidas por mujeres tienen un 12% más de probabilidades de cumplir o superar las expectativas de crecimiento, sin embargo, advierte que solo un 14% de nuevos proyectos empresariales están liderados por ellas.

La construcción de nuevos negocios supone la principal vía para conseguir que sus ingresos procedan de nuevas fuentes y modelos más sostenibles y sustentados en nuevas tecnologías.

Para ello, los directivos que deseen ser un factor diferencial en esta nueva etapa han de ser parte activa del cambio, promover una estructura organizativa efectiva y ágil, liderar una estrategia de adquisiciones activas, desarrollar el conocimiento del mercado y del cliente y fomentar un liderazgo inclusivo.