¿Cómo mantener el ánimo con la que está cayendo?

Víctor Küppers

@vkuppers

Formador y conferenciante

Esta crisis ha pasado a ser una crisis de estado de ánimo y perdemos el ánimo porque somos permeables al entorno y la que está cayendo es brutal. Crisis, paro, recortes, algunos dirigentes inútiles, incapaces y maleantes, dificultades para llegar a final de mes, desahucios y un largo etcétera. Es lógico que nos desanimemos, sobre todo porque no se ve la luz al final del túnel y llevamos mucho tiempo sufriendo. Estamos viviendo unos momentos muy complicados, donde la palabra ya no es incertidumbre, eso era hace unos años, la palabra hoy es angustia. Muchas personas viven angustiadas, viven con miedo por su futuro y el de las personas que aprecia. En este contexto lo más normal, lo más lógico y lo más humano es perder el ánimo. La crisis ya es de estado de ánimo, y esa es más peligrosa porque afecta a nuestro trabajo pero también a nuestras relaciones familiares y de amistad.

Uno tiene todo el derecho a perder el ánimo, por supuesto, sería lógico y normal porque en nuestro entorno hay circunstancias objetivas que justifican perderlo. ¡Faltaría más! Lo que sucede es que uno tiene que darse cuenta de que si pierde el ánimo lo ha perdido todo: la ilusión, la pasión, la alegría, la iniciativa, la proactividad y las ganas de luchar. Perder el ánimo puede ser el final y no nos lo podemos permitir por nuestra salud mental, por nuestra familia, por nuestros amigos y por nuestro proyecto vital.

[pullquote]Perder el ánimo puede ser el final y no nos lo podemos permitir por nuestra salud mental, por nuestra familia, por nuestros amigos y por nuestro proyecto vital.[/pullquote]

En la vida hay dramas, por supuesto, y no es posible mantener el ánimo si uno está viviendo un drama. Fallecimientos, enfermedades terminales incurables, estar en el paro sin expectativa de entrar en el mercado laboral y tener tres niños en casa, estos son dramas y la vida por desgracia no tiene solución para los dramas, se tienen que sufrir y el tiempo atenúa el dolor. Y los que no tenemos dramas estamos para ayudar a los que sí los tienen. Pero al margen de estos dramas, sí podemos y tenemos que mantener el ánimo porque fuera de estos dramas no hay problemas, hay circunstancias a resolver, que es algo diferente, y entonces sí que tenemos la posibilidad y la obligación de hacer lo posible, mientras nos ocupamos en resolverlas, para mantener el ánimo, la alegría, el optimismo, el entusiasmo y la capacidad de vivir felices.

[pullquote]La clave esta en centrarse en lo que controlamos e intentar que nos afecte lo mínimo posible lo que no controlamos, mantener los esfuerzos en lo que depende de nosotros. [/pullquote]

La clave esta en centrarse en lo que controlamos e intentar que nos afecte lo mínimo posible lo que no controlamos, mantener los esfuerzos en lo que depende de nosotros. Muy fácil de explicar, difícil de hacer, pero posible. Preocuparnos por lo que no controlamos no nos ayuda a avanzar, no podemos evitar pensar en ello, pero el problema es que si sólo pensamos en ello dejamos de hacer las cosas que sí que dependen de nosotros. Ser amables, sonreír, disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, cuidar las relaciones importantes, compartir tiempo con las personas que queremos o ayudar a los demás son cosas que dependen de nosotros y si las hacemos con ilusión y sentido del humor habremos ganado mucho.

El gran secreto para vivir con alegría y entusiasmo es luchar cada día por ser la mejor persona que puedes llegar a ser y ayudar a las personas que te rodean a ser más felices. Y eso no tiene que ver con el entorno, que nos condiciona pero no controlamos, tiene que ver con nuestra actitud, con nuestra manera de ser, que elegimos y controlamos. Hay una frase de la Madre Teresa de Calcuta que lo define muy bien: «Que nadie llegue jamás a ti sin que al irse se sienta un poco mejor y más feliz». Es una definición fantástica que nos puede convertir en personas estratosféricas y espectaculares. Ponerla en práctica solo depende de ti, de cómo decidas actuar en cada momento, de cuál es la actitud que escojas en cada instante.

Podemos dejar que el entorno y las circunstancias configuren nuestra vida de manera mediocre y triste o podemos decidir en cada momento seguir luchando para hacer de nuestra vida un ejemplo de grandeza en las circunstancias que nos tocan vivir. Éste es el gran objetivo, hacer de nuestra vida una obra de arte, día a día y momento a momento. No elegimos las circunstancias, pero sí nuestra actitud ante ellas, y eso es lo que diferencia a los cracks de los chusqueros.