Lincoln y la puerta a la libertad

Helena López-Casares

Abraham Lincoln (1809-1865) fue el decimosexto presidente de los Estados Unidos y el primero por el Partido Republicano. Durante su infancia y su juventud, marcadas por la pobreza de su familia, recorrió el Missisippi y vivió de cerca las condiciones infrahumanas que padecían los esclavos negros. Desde su elección como presidente en 1860, Lincoln introdujo medidas que dieron como resultado la abolición de la esclavitud. A Lincoln se le reconoce su capacidad para la oratoria y su buena construcción de discursos. Su asesinato en 1865 fue el primer magnicidio en Estados Unidos. El mayor logro reconocido a Abraham Lincoln es la Proclamación de Emancipación que puso fin a la esclavitud, una práctica que iba en contra de la dignidad humana.

La vida de Lincoln estuvo llena de retos y de altibajos. Fracasó en los negocios y cayó en bancarrota en 1831. Su prometida murió en 1835. Fue derrotado en las elecciones de 1836 y en las parlamentarias de 1843, 1846, 1848 y 1855. No tuvo éxito en su aspiración a la vicepresidencia en 1856, y en 1858 fue vencido en las elecciones para el Senado. A pesar de todo ello, no claudicó y su perseverancia le acompañó a lo largo de toda su vida. El único momento en el que alguien fracasa es cuando deja de intentar las cosas.

[pullquote]No claudicó y su perseverancia le acompañó a lo largo de toda su vida.[/pullquote]

Lo que distingue a las personas es su mentalidad. Todo es una cuestión de actitud. Nada puede detener al que posea la correcta actitud mental para lograr su meta, al mismo tiempo que nada puede ayudar al que tenga una actitud mental incorrecta. Ante una derrota debemos pensar en todo lo que nos queda por ganar. La queja hacia el entorno es nociva y paralizante, así que cuando te asalten dudas piensa que otros en circunstancias parecidas lograron ganar.