David Asensio | El principio de un comienzo
“Hay una diferencia entre la vulnerabilidad y decirle a la gente todo sobre ti mismo. La vulnerabilidad es un sentimiento. Decirle a todo el mundo acerca de ti es sólo hechos y detalles” Simon Sinek.
¿Quiénes hemos de ser? ¿Qué hemos de ser? ¿Cómo hemos de ser?
Son frases que siempre hemos querido saber la respuesta, pero como todo en la vida, tenemos dos opciones: o intentamos conocer las respuestas, o nos olvidamos de esa “chorrada”.
Responder a esas preguntas, sabemos que puede provocar fisuras en nuestra vida, tanto interior como exterior.
Sabemos que si vamos en busca de esas respuestas, tendremos que soltarnos la melena. En algunas ocasiones, dejar el puesto de trabajo, en otras mostrarnos a los demás de una manera totalmente opuesta a lo que solíamos hacer, descubrir verdades que teníamos ocultas,… Soltarse la melena, es ver a la verdad, cara a cara.
Pero la vergüenza, el miedo, el qué dirán, … han invadido nuestra vida, la sociedad.
“¿A dónde vas? No lo conseguirás… Tú sigue haciendo lo que hacías, y déjate de locuras… No muestres tus sentimientos, no llores, esa una forma de debilidad y eso un hombre no lo hace… Nadie de tu categoría puede mostrar tus sentimientos….” Son algunas de las recomendaciones, que nos alientan a no dar ningún paso hacia adelante.
Nos dicen que tenemos que arriesgar, quien no arriesga no gana. Pero ves en la televisión y en la vida misma, hechos que se salen de lo “normal”, de lo establecido por la sociedad, y al instante, estamos pensando “ ¿Pero cómo se ha expuesto así? ¿No ve lo que ha hecho?”….
Son personas que se han atrevido a arriesgar, a luchar por lo que quieren. Quieren liderar, sus vidas y luego la de los demás, con la motivación, de que la vulnerabilidad, en contra de lo que dicen muchos, es algo con unos resultados extraordinarios.
Queremos cosas diferentes, queremos cambios, progresión y sin embargo, cuando lo propulsamos… tenemos miedo, miedo a ser vulnerables.
Estamos siempre combatiendo. Combatimos contra la vergüenza. Que la vergüenza es un sentimiento que nos provocan los demás, al señalarnos, no nace de nosotros, acabando haciéndolos nuestro.
Combatimos contra el éxito. Si, por mucho que todos lo deseemos, luchamos para no conseguirlo. En el fondo sabemos qué pasos tenemos que dar, para girar nuestra vida hacia lo que queremos, hacia nuestra pasión… Pero el miedo, la vergüenza, el sentirnos solos, el despojarnos de las mascaras que hemos ido incorporándonos a lo largo de los años y mostrarnos tal cual somos…. Pues para vivir todo eso, decidimos luchar por no conseguir ese éxito.. Acabamos favoreciendo una vida de éxitos por una vida mediocre.
Con los pasos de los años, hemos ido adquiriendo y aceptando, escudos que nos han anestesiado. La sociedad, el qué dirán, los sentimientos no se muestran, hay que ser un hombre, hay que liderar con mano de hierro, … inyecciones anestésicas que nos provocan mirar a otro lado cuando hablan de vulnerabilidad.
Tenemos miedo a asumir riesgos, al cambio, como decía antes. Miedo porque no sabemos qué pasará, si podremos hacerlo bien, si sabremos hacerlo… aunque sabemos que tenemos que hacerlo.
HAZLO SI ASÍ LO SIENTES.
Estoy harto de quejas, de miedos, de sueños que no nos lanzamos por miedo a sentirnos “desnudos”, miedo a saber “verdades” que sabemos que nos dolerán… Y por miedo, dejamos pasar oportunidades que en muchas situaciones, no volverán.
[pullquote]Sentirse vulnerable no es una debilidad, es un orgullo.[/pullquote]
Sí, porque no vas a ir más por la vida, como un zombie. No vas a estar más quejándote. No vas a quejarte de las decisiones que los demás han tomado por ti.
Te sentirás orgulloso, porque tú eres quien toma tus decisiones. Orgulloso de tus progresos, orgulloso de conocerte a ti mismo, de escuchar a tu corazón, de escuchar a los demás de verdad,…
Dejemos de tonterías y miedos, y quitémonos todas las mascaras que llevamos encima. Mostrémonos tal cual somos y desde ahí empecemos a crear quienes queremos ser.
Sentirme vulnerable, te hace recapacitar en la definición de éxito. Ya no lo sientes, como alcanzar el mejor puesto, las mejores casas, los mejores restaurantes… Ahora el éxito es conocerse a si mismo, es superarse hacia límites que tenías antes, el éxito es ahora la felicidad, el sentirse en paz con uno mismo.
La vulnerabilidad, estar en silencio contigo mismo y escucharte, sólo alimenta a tu espíritu. Un espíritu que tenías olvidado, por el éxito material, por una felicidad efímera o unos resultados empresariales exigidos.
Dirás que eso de la vulnerabilidad no va contigo. Si es así, me estás diciendo que tienes miedo a escucharte, a oírte de verdad, algo que ya tenías olvidado. A escuchar a tu intuición que está diciendo que no vayas por ese camino, pero aún así lo sigues, por miedo al qué dirán. Tu intuición te dice que puedes ser feliz, que el silencio te dará la sintonía de tu felicidad. Solamente tienes que sintonizarla.
Desde hace 3 años, doy GRACIAS al sentimiento de vulnerabilidad. Me ha ayudado a conocerme, a escuchar a las personas desde el corazón, a ir hacia lo que realmente quiero en la vida, a ser feliz. Me ha hecho rehumanizarme.
Nos quejamos de que el trabajo, la sociedad, que se han perdido valores, que ya no sonreímos, nos preguntamos qué eso de la felicidad que buscamos con tanta insistencia… Pues ya tenemos la herramienta que transformará a la sociedad…
LA VULNERABILIDAD.
