Toni Roldán: “En España falta valentía para afrontar las reformas estructurales que necesitamos»

¿Puede mantenerse la economía ajena a los vaivenes de la política? Reflexionamos sobre este binomio con Toni Roldán, economista y portavoz de Economía de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados hasta hace apenas unos meses y protagonista del último Desayuno de Canal CEO, celebrado el pasado 8 de noviembre gracias al respaldo de la Universidad Europea, NACEX, United Airlines e Inred.

Cada época tiene sus desafíos y parece claro que convivir y superar la incertidumbre es el signo de nuestro tiempo. La guerra comercial entre EEUU y China o el Brexit, “el mayor tiro en el pie que jamás una nación se pegó a sí misma”, son algunas de las amenazas que se ciernen sobre la economía, y más concretamente, sobre la globalización.

Oportunidad perdida

A la inestabilidad derivada de la presumible salida del Reino Unido de la UE, el Viejo Continente también se enfrenta a otros peligrosos riesgos políticos: el populismo. Sobre esta cuestión se centraba una de las mayores preocupaciones y decepciones de Toni Roldán.

“Éramos uno de los pocos países en los que el populismo, ya fuese de extrema derecha o de extrema izquierda, no había llegado al poder, pero hemos sido incapaces de cooperar”.

En este contexto internacional, Toni considera que España “ha perdido una oportunidad única” para prepararse para las adversidades. Y lo ha hecho tras años de elecciones y de incapacidad para realizar reformas de calado.

Tres ineludibles retos para España

Tras las elecciones celebradas el pasado domingo, parece que la estabilidad es el mayor desafío al que se enfrenta nuestra clase política. Sin embargo, más allá de la aritmética, el ex diputado de Ciudadanos considera que el principal reto del país sigue siendo realizar reformas de calado en un contexto de enorme fragmentación.

• Ruptura del pacto intergeneracional
La primera de las grandes reformas está relacionada con el desafío demográfico. En opinión de Roldán, se ha producido una ruptura del pacto entre generaciones, porque el pago de unas pensiones cada vez más elevadas impide la realización de cualquier otra política económica. A eso se suma que la actual generación de trabajadores afronta “la situación más precaria que hemos tenido en muchos años”, con una tercera parte de los contratos de carácter temporal. Lo peor es que “esa base de trabajadores, que tendría que sostener las pensiones y el resto de servicios públicos, cada vez es más reducida”. Y a eso se añade que también tienen cada vez más difícil tener hijos, “por lo que el equilibrio intergeneracional no se aguanta y cuanto más tiempo ignoremos este reto, más difícil lo vamos a tener”.

• Capacitación del capital humano
Hay un desafío en el que todos los partidos parecen coincidir, pero nunca se afronta: la reforma del actual modelo educativo. En opinión de Toni, “hay que apostar más por los profesores, construir más guarderías de cero a tres años y, en general, invertir más en educación”. A su juicio, en este apartado “debería haber espacio para un gran pacto, porque no hay ninguna variable más importante para un país que su capital humano”. Afrontar este reto pasa, desde su punto de vista, por reformar la universidad, “haciendo una apuesta mucho más fuerte por la excelencia, que no es incompatible con la equidad”. Y también es necesario reformular las políticas activas y de formación, “porque nos gastamos en ellas 6.000 millones de euros y no sirven para nada, ya que quienes ejecutan esta formación imparten los cursos que saben dar, pero no los que necesita la población».

«En el plano táctico, existe tecnología como el Big Data para detectar qué tipo de profesionales necesita el mercado y desarrollar las habilidades de los desempleados»

• Hacia un nuevo modelo laboral
La consecuencia de todo lo anterior es el sistema laboral más dual de Europa, “con una regulación que promociona la precariedad”. Y es que, según Toni, en este país hay dos tipos de trabajadores: los temporales, que se van a la calle a las primeras de cambio, y los indefinidos, que están muy protegidos.

“Hace falta un cambio de mentalidad, porque no hay nada más progresista que proteger al trabajador, y no tanto al puesto de trabajo”

Crisis de liderazgo político

La política ha sustituido los programas por las encuestas, y el resultado es que “los políticos quieren poder, pero se han olvidado para qué lo quieren”. Marcados por obtener la visibilidad mediática que ofrece la confrontación y la polarización, se han enzarzado en una batalla de zascas y vetos. Esto también afecta a la nueva política, que Toni conoce de muy primera mano tras su paso por Ciudadanos: “No puedes decir que vienes a luchar contra los rojos y los azules y abandonar de repente esa idea, que era central en tu proyecto”.

Una de las máximas de Roldán es la necesidad de encontrar un equilibrio entre talento y lealtad a la hora de configurar equipos, ya sea en una empresa o en un partido político. “Hay que tener disrupción, nuevas ideas y crítica, pero al mismo tiempo hacen falta estabilidad y orden”. Lamentablemente, sostiene, “todos los partidos, incluidos los nuevos, han premiado la lealtad sobre el talento. Falta elevar la política y poner por delante de los intereses personales, los intereses de España”.

Las empresas; actores de cambio

Y mientras los políticos españoles se mueven en el cortoplacismo y la falta de perspectiva, las empresas del país han tomado un camino diametralmente opuesto: “Reaccionaron de una forma muy positiva a la crisis, internacionalizándose y ofreciendo productos y servicios de valor añadido, apostando por nuevos sectores, países y áreas”.

“No somos menos productivos que los alemanes, el problema es que tenemos muchas más pymes”

Pero también están limitadas por dos cuestiones. La primera de ellas su reducido tamaño: “No somos menos productivos que los alemanes, el problema es que tenemos muchas más pymes”. Lo peor es que, en su opinión, no hay alicientes para que esas empresas adquieran tamaño, “por exceso de trabas burocráticas, cierta inseguridad jurídica y una regulación poco favorable para el emprendimiento”. Además, Toni también considera que hay un problema de regeneración, con la grandes empresa dirigidas “mayoritariamente por hombres que han formado un establishment muy cercano al poder político y no han evolucionado su liderazgo”.

Más poder para las mujeres

Modernizar los cuadros de mando empresariales implica, entre otras cosas, dejar paso a las mujeres. Porque “hay una serie de valores asociados a las mujeres que en el actual periodo de exceso de testosterona serían balsámicos para España”, opina, y eso es aplicable tanto a las empresas como a la política.

“Hay una serie de valores asociados a las mujeres que en el actual periodo de exceso de testosterona serían balsámicos para España”

Además, Toni se destaca como un firme defensor de las políticas de conciliación, porque “la incorporación masiva de la mujer al trabajo no ha ido acompañado de reformas que adaptasen esa nueva situación profesional al ámbito personal”. Eso implica que el coste de contratar mujeres, especialmente cuando son madres, tiene que ser igual al de los hombres. “Hay que compartir más, lo que implica equiparar permisos y ampliar la cobertura durante los primeros años de vida de los niños” para que las mujeres no sean expulsadas del mundo empresarial