Celia de Anca, directora y profesora del Centro de Diversidad del Instituto de Empresa fue la invitada especial a los últimos Desayuno de Canal CEO de 2014. La diversidad fue el tema principal del décimo encuentro que se celebró en la Asociación para el Progreso y Dirección (APD). Esta iniciativa que comenzó a principios de este año ha sido posible gracias a la organización de Mascuota, con la colaboración de SaxoBank.
El 11-M es sin duda una fecha que todos los españoles recordarán a lo largo de sus vidas. Fuera de la catástrofe que supuso para el país es enorgullecedor destacar la labor que realizaron los servicios sanitarios y de emergencia de la capital. «El español funciona muy bien en diversidad», explicaba con este ejemplo Celia de Anca. Toda la sociedad se organizó para lograr un efectivo sistema de actuación frente a este cruel atentado.
«La diversidad siempre ha existido», afirmaba Celia en la introducción del tema que estaría sobre la mesa las horas siguientes durante el Desayuno. Hall fue el primer Instituto sobre diversidad que se creó en los años 50 para entender las diferentes culturas existentes en el mundo. Más tarde, en los 70 se empezaron a desarrollar los derechos de las minorías. Y a partir de la década de los 80, la cuestión se centraría en la eficacia de la gestión de la diversidad.
Hasta el momento se han realizado muchos esfuerzos para incluir la diversidad en la empresa aunque todavía queda mucho por hacer a la hora de gestionarlo. «La diversidad debe contemplarse como ventaja competitiva y no como responsabilidad social», afirmó Celia de Anca. Es importante establecer cuotas a través de la ley para que se cree conciencia en su aplicación.
Sin embargo, el director general de Saxobank, Guillermo Galey se manifestó en contra de estas afirmaciones ya que según él, «algo que se tiene que regular es un error. Si tengo que contratar a un chino, una mujer o un homosexual lo haré porque vale para ello, no para equilibrar». Así aseguraba que «no hay prejuicios y por eso funciona».
A su favor, Celia exponía que «las leyes lo que intentan es romper esa inercia. Todos tenemos esa voluntad pero la complejidad en su aplicación es muy importante». Por su parte, Eno Polo, Presidente de Alpargatas EMEA añadió respecto a la implantación de cuotas en las compañías que «en una empresa que tiene un contacto directo con el consumidor estás más obligado a hacerlo».
El moderador del los Desayunos, Adrián Díaz- Caneja puso sobre la mesa las polémicas declaraciones sobre la contratación de mujeres lanzadas por la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica Oriol. Sobre ello, Celia de Anca reflexionó «que todo puede ser bueno y malo». «Una cuota puede ser positiva pero si permanece en el tiempo puede llegar a ser perjudicial debido a la discriminación positiva. Y si no hubiese discriminación positiva no habría mujeres ni personas de color en las empresas», concluyó.
A continuación, la directora de comunicación de Miguelañez, María Fernández Álvarez intervino explicando la importancia de la discriminación positiva en la compañía de golosinas y dulces que posibilita que trabajen en ella personas con discapacidades físicas y psíquicas. «La discriminación positiva por ley es muy beneficiosa ya que nadie mira a esa gente si no hubiese esa cuota», aseguraba. Así mismo, el director de Desarrollo de Negocio de Lider-Haz-Go, Paco León destacaba que «dentro de 10 años eso no se planteará y se gestionará de forma diferente».
La diversidad también es una forma de aportar creatividad a la empresa. Por ello, la directora general de Mascuota, Noemí Boza preguntó a la invitada cuál era la clave para conseguir que la diversidad funcione en cuanto a la creatividad. Celia de Anca, no dudó en afirmar que «ese era el gran reto al que se enfrentan las empresas» ya que «sólo entre iguales puedes mostrar tu diferencia».
El Desayuno terminó con las reflexiones de los directivos asistentes que se fueron con muchas ideas y mucho trabajo por hacer. La invitada, Celia de Anca quiso transmitir que «no hay que decir hay que cambiar esto porque es malo, sino que ya que todos somos distintos hay que aprovecharlo», ultimó.