“Se empieza a hablar no solamente del PIB como riqueza de un país sino también del FIB, la Felicidad Integral Bruta”

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En el contexto actual se habla cada vez más de la importancia de la ética en el mundo empresarial. Durante el encuentro “Nuevos valores, nuevos liderazgos” organizado por APD, Alejandro Córdoba, consultor y profesor, habló de los retos actuales de la gestión empresarial, y de la importancia de los valores y la ética para lograrlos.

El principal reto de las compañías es ganarse la confianza de la sociedad

En el ámbito de la gestión empresarial, “ganarse la confianza de una sociedad que desconfía de las empresas” es, según el profesor, el principal reto de las compañías. Para conseguirlo y generar más credibilidad, existen muchas posibilidades, pero antes que todo hay que luchar contra el cortoplacismo, “que te hace mirar para otros lados, que te hace jugar con la calidad, situarte en los límites de la legalidad”. Alejandro Córdoba insiste en que “la crisis nos ha enseñado muchas cosas, y una de ellas es que hay que levantar la visera y hay que pensar en obtener beneficios no solamente hoy, sino mañana y en el futuro”.

Gracias al auge de las redes sociales, el poder de los consumidores ha aumentado de manera considerable, y las personas que ocupan los altos cargos en las empresas tienen que escucharlos y prestar atención a sus opiniones. El profesor Córdoba está convencido de que todavía hoy el poder de los consumidores sigue siendo emergente, y los CEOs tienen que ser conscientes que éstos pueden ser una amenaza en la medida en la que son críticos y exigentes: “Son una amenaza para quien incumple, para quien engaña, para quien no responde con la calidad que pregona”.

De ahí la importancia de tener un comportamiento responsable y ético, porque cuanto más crítico y exigente sea el público, más capaz será de discriminar entre marcas que son irresponsables y marcas que se comportan de manera responsable, y eso puede ser una ventaja competitiva.

Aumentar la productividad pasa por hablar de felicidad laboral

Últimamente en los medios de comunicación hablamos mucho de una asignatura pendiente en la economía española, el aumento de la productividad de los trabajadores. Juan Roig, presidente de Mercadona, ha resaltado el necesario cambio cultural al que tiene que someterse nuestro país en este sentido, para asegurar en un futuro, una mejora del nivel de vida general.

El profesor Córdoba insiste en que los CEOs tienen que “actuar convencidos de que si quieren mejorar la productividad, tienen que crear las mejores condiciones de trabajo posibles, y esto pasa por hablar de felicidad en el trabajo”. Hoy en día la calidad de vida laboral está adquiriendo cada vez más importancia en las sociedades occidentales, hasta tal punto que se está empezando a hablar no solamente del PIB como riqueza de un país sino también del FIB, la Felicidad Integral Bruta, termino parecido al acuñado por Jigme Singye Wangchuck, rey de Bután, que en 1972 hacía referencia a la Felicidad Interior Bruta.

Alcanzar estos objetivos está al alcance de cualquier directivo, pero cuanta mayor es su responsabilidad más puede contribuir a cambiar el mundo. Sin embargo, Alejandro Córdoba añade que “es difícil aplicar una política de responsabilidad sobretodo cuando estás presionado por el cortoplacismo, pero el reto que tenemos por delante pasa ineludiblemente por levantar la visera y contemplar también el medio y largo plazo”.