Desde que la pandemia irrumpiera en nuestras vidas una palabra predomina en el panorama empresarial: flexibilidad. Un término que, lejos de ser coyuntural, parece indicar el camino a seguir en el mercado laboral post Covid. Más aún, puede ser una de las claves para edificar organizaciones cada vez más innovadoras. Analizamos su impacto a través del ejemplo de Irisbond, empresa flexible desde 2013 y está liderada por Eduardo Jauregui Torrecilla.
Irisbond nace en 2013 de la mano del Centro de tecnología Aplicada Vicomtech-IK4 con el que desarrolla un sistema basado en el principio de seguimiento ocular (eyetracking), que permite controlar de forma precisa e intuitiva un ordenador mediante el movimiento de los ojos.
Al igual que nacimos para cambiar la manera que nos comunicamos con el entorno, también establecimos desde el inicio un modelo diferente de relación laboral que fomentaba la flexibilidad: la necesidad de buscar talento, independientemente de donde viva.
Eduardo Jáuregui: «A la hora de contratar nuevos perfiles nuestra filosofía es que sea la persona adecuada, la que nos interesa para el proyecto, no la que viva cerca de la oficina».
La flexibilidad atrae talento
Inicialmente se decide que la aplicación natural y directa del sistema desarrollado está en la comunicación asistida, como una ayuda técnica para personas que sufren algún tipo de limitación. En concreto, afectados por ELA, tetraplejía, Parálisis Cerebral pueden utilizar sus ojos para comunicarse de manera autónoma, generando un impacto positivo en la sociedad. Aunque también puede aplicarse productos de apoyo, robótica, casas inteligentes o automoción, permitiendo desde optimizar procesos industriales hasta mejorar la experiencia de usabilidad.
A la hora de contratar nuevos perfiles nuestra filosofía es que sea la persona adecuada, la que nos interesa para el proyecto, no la que viva cerca de la oficina. Y a esto le tenemos que añadir que también desde el principio hemos tenido la intención de ser una compañía internacional y buscamos activamente cerrar acuerdos en países como EEUU. Esto implica ser flexibles en la forma de trabajar para, por ejemplo, poder desplazar a un recurso de nuestra plantilla a EEUU con el objetivo de trabajar en un proyecto de desarrollo conjunto con el MIT.
Además, y como en casi todas las empresas, la pandemia ha reforzado esta política de flexibilidad sobre todo durante los meses de confinamiento. Pero, a diferencia de algunas que tuvieron que rediseñar sus procesos, reinventarse, nosotros nos adaptamos rápido, e incluso hemos crecido como compañía durante este periodo gracias a la base de flexibilidad sobre la que se ha construido Irisbond.
Por qué somos flexibles
Podemos dividir las políticas que nos hacen una empresa flexible en diferentes bloques:
1.- Arquitectura del lugar de trabajo:
La oficina está diseñada para que sea un espacio colaborativo. Con esto perseguimos que venir a la oficina tenga como objetivo el trabajo en equipo, las tareas colaborativas. En cambio, cuando tu trabajo sea más individual, puedes optar, si quieres, por trabajar desde casa. También hay áreas que llamamos flexibles para hablar por teléfono o descansar. En cualquier caso, y como en cualquier otra oficina, hay espacios para el trabajo individual, claro.
2.- Metodología de trabajo
La comunicación fluida es básica cuando quieres que una empresa sea flexible. Por eso, desde el principio hemos dotado a los equipos de todas las herramientas de comunicación que puedan favorecer que el trabajo a distancia sea cómodo y eficaz. Trabajamos en la nube, en documentos compartidos, usamos herramientas como Slack, Discord, Google meets, etcétera.
Dotamos a los trabajadores de la tecnología necesaria para facilitar un desarrollo eficaz de las tareas.
A nivel metodología y por pertenecer al sector tecnológico, no nos hemos transformado en empresa ágil, lo somos desde el principio, pero todo el equipo, no solo los desarrolladores de producto. Formamos equipos pequeños autoorganizados e interdisciplinarios por proyecto y compartimos cada dos semanas (como máximo) el estado de desarrollo del proyecto para poder tomar decisiones rápidas, cambiar lo que haga falta para mejorar procesos.
3.- Negocio
Otra de las vías que facilitan la flexibilidad es que colaboramos y cerramos acuerdos para desarrollos puntuales con muchas empresas externas que nos permiten mantener un equipo contenido pero trabajar como si fuésemos más grandes y, además, accediendo a personal muy cualificado y especializado sin necesidad de tenerlo en plantilla.
4.- Recursos Humanos
En Irisbond no nos planteamos que no exista una política para favorecer la conciliación familiar, por eso damos la opción y respetamos cambios de horarios para que cada persona del equipo pueda encajar su vida profesional y personal en beneficio de que las dos sean plenas. Algunas personas del equipo cuentan con jornadas de menos horas por elección propia, por ejemplo.
La valoración del equipo se hace por objetivos. Cada persona tiene definidos unos objetivos y responsabilidades que debe cumplir y la organización del tiempo para cumplirlos es individual. Esto hace que el trabajo sea más eficaz y la valoración dependa de la productividad y no de las horas dedicadas.
Desde la dirección de la empresa se favorece que el equipo ejecute sus ideas, trabajamos con una filosofía de prueba error que hace que seamos más ágiles a la hora de implementar mejoras en nuestro producto o en nuestros procesos. Esto es posible porque partimos de una estructura muy horizontal. Una vez al semestre se revisan las políticas laborales para detectar posibles mejoras después de recoger el feedback del equipo.
Eduardo Jáuregui Torrecilla | CEO Irisbond