Por Patricio Fedio | Los tiempos han cambiado, y el liderazgo centralizado y arraigado en la figura de un único individuo suena como anticuado en la actualidad ¿no? Cada vez más, se aprecia la escucha activa, la empatía, el trabajo en equipo y el aprendizaje a partir del intercambio de experiencias.
Todo estos son elementos propios de la inteligencia colectiva para la capacidad de un grupo diverso de personas para unir sus diversas voces, perspectivas, experiencias y talentos en pos de objetivos comunes.
Para muchos CEOs y emprendedores, ser promotores y agentes de transformación positiva con una mirada holística/integradora entre el desarrollo personal y profesional se ha convertido en un proceso vital para implantar una cultura de equipo de alto rendimiento.
Liderar es conectar
Históricamente, la concepción del liderazgo que viene de la verticalidad y de la rígida línea de mando en estructuras de organización con poca flexibilidad, ha demostrado ser efectiva en las generaciones pasadas. Con el acceso a internet y el nacimiento de las start ups digitales, el crecimiento exponencial de la conectividad y más recientemente las aplicaciones de inteligencia artificial, y el ingreso al mundo laboral de generaciones de nativos digitales, la influencia de un líder para lograr el éxito de una organización requiere de otras habilidades.
El arte de liderar es el arte de influir, y antes de poder ejercer una influencia sobre otra persona, es necesario lograr una conexión.
Las interrelaciones entre personas basadas en confianza, valores compartidos, un propósito que inspira y que puedan aprender y enriquecer la toma de decisiones con una amplitud de perspectiva colectiva es realmente un gran activo. Las organizaciones que prosperan hoy son aquellas que son capaces de conectar las mentes y corazones de sus integrantes. Esto se logra al valorar y nutrir las diferentes perspectivas que cada individuo le aporta al equipo.
Cada persona tiene experiencias y habilidades únicas, y cuando se unen con un propósito compartido, el potencial es asombroso. Este enfoque no solo mejora la calidad de la toma de decisiones, sino que también permite crear soluciones innovadoras y efectivas frente a desafíos complejos.
Para estimular la inteligencia colectiva, es fundamental construir interrelaciones auténticas y sólidas
Estas redes no solo facilitan el intercambio de ideas, sino que también crean un ambiente de confianza y apoyo mutuo. En este sentido, surge un conjunto de principios fundamentales conocido como las 7C: Conexión, Confianza, Compasión, Comunicación, Colaboración, Coherencia y Compromiso. Cada una de estas «C» juega un papel crucial en el fortalecimiento de las relaciones y, por ende, en la creación de un entorno que favorezca el crecimiento, la innovación y la evolución.
- Conexión: Es esencial fortalecer los lazos entre los miembros del equipo. Con relaciones auténticas, se puede construir una base sólida para enfrentar cualquier desafío.
- Confianza: Las relaciones deben cimentarse en la confianza. Esta confianza se cultiva mediante la coherencia y el ejemplo.
- Compasión: Entender las necesidades y preocupaciones de los demás es vital. Un líder capaz de demostrar empatía crea un ambiente donde las personas se sienten valoradas.
- Comunicación: Una comunicación clara y efectiva es fundamental para transmitir ideas y expectativas, así como para fomentar un diálogo abierto.
- Colaboración: Trabajar juntos como un equipo cohesionado es esencial. La colaboración activa permite aprovechar al máximo las habilidades individuales.
- Coherencia: entre lo que se dice y se hace.
- Compromiso: Finalmente, es crucial mantener encendida la motivación, la constancia y la perseverancia.
En la inteligencia colectiva acordamos que podemos estar en desacuerdo. La diversidad de perspectivas es natural.
En esta era de mayor colaboración y sinergia, los líderes que inviertan en la inteligencia colectiva estarán mejor posicionados para enfrentar los desafíos. La oportunidad de intercambiar ideas, experiencias y recursos entre pares es invaluable. Buscamos la excelencia y la mejora continua, con un proceso de toma de decisiones y alineación más efectivo.
La inteligencia colectiva que se genera en espacios de networking es un antídoto contra la soledad en la cima, que a menudo sienten aquellos que ocupan puestos de liderazgo.
Patricio Fedio es Socio Internacional de REF en Argentina, especialista en networking y desarrollo de negocios, conferencista en liderazgo y advisor de directorios de alto rendimiento
