Felipe González: “Los líderes deben anticiparse al mundo que vendrá tras el coronavirus”

Fuente: La Ser

“Gobernanza global en el mundo post COVID-19″, de esta premisa partía el webinar organizado por WOBI y Thinking Heads al que pudimos asistir el pasado 15 de abril y cuyo protagonista era el expresidente Felipe González. Analizamos las principales claves de esta cita virtual.

Siempre se tiende a buscar antecedentes a las crisis que nos ponen a prueba: la depresión de 1929, la Guerra Civil, la mal llamada gripe española… Pero la realidad es que nos encontramos ante una crisis cuyas consecuencias son difíciles de evaluar, apuntaba Felipe González al inicio de su intervención. Esta pandemia cambiará las relaciones interpersonales, sociales e industriales, pero quizás lo más desconcertante para cualquier líder es que no podemos determinar cuánto va a durar o su impacto.

Las reacciones han sido dispares. Algunos gobiernos lo han hecho localmente, alguno aún no lo ha reconocido, otros le restaron importancia, hay quienes han reaccionado con soberbia pensando que sabían más que los científicos.

“Necesitamos líderes humildes, que crean en los proyectos, que tengan empatía con el sufrimiento y sacrificio y que sean capaces de trabajar en equipo dialogando“

Salud o economía: el falso debate

Cuando se debate la fecha del fin del estado de alarma, en el fondo subyace un debate entre qué prima más, si la salud o la economía. Un falso debate que González aborda tajantemente: «Yo creo en la economía social de mercado. Creo que el ser humano no es una mercancía, sino el objetivo final de las políticas económicas y cuando falla esa consideración la economía de mercado empieza a ser rechazada. Creo que hay enfrentar el problema de la pandemia intentado recuperar cuanto antes la salud para poner en marcha el aparato económico».

La reacción local es insuficiente. Aunque las afectaciones sean diferentes deben reaccionar todos, hay una dimensión supranacional en la respuesta. En Europa si se mantiene una política de unidad, cohesión y solidaridad hay capacidad para resistir y salir, no sin grandes pérdidas. Podemos aguantar más tiempo todavía el embate de la paralización de la economía con ayudas públicas inyectando políticas de lucha contra la pandemia y de resistencia a la crisis.

Si tuviéramos un tratamiento y una vacuna pronto, con políticas anti cíclicas, la recuperación se podría esperar para el año que viene. Si no es así, no se puede asegurar cuándo se alcanzará y la recesión podría convertirse en depresión.

Libertades en tiempos de coronavirus

¿Cómo me gustaría que fuera el funcionamiento de Europa después de la crisis? Con esta pregunta en el aire, el ex dirigente considera que la eurozona debería contemplar que somos un espacio público de ciudadano de soberanía y que exigen respuestas comunes.En este sentido, localmente, es necesario redefinir el papel del Estado. Para ello, la prioridad debe ser preservar y defender la constitución y el estado de derecho, los valores de la democracia:

Los gobernantes pueden restringir algunas libertades para preservar la salud, pero no pueden paralizar el funcionamiento de los derechos y libertades democráticas abusando de una situación excepcional que se puede prolongar en el tiempo

El papel de los líderes empresariales

Tras superar la crisis de 2008 y enfrentarse a un entorno laboral en constante cambio, los líderes de organizaciones no podían imaginarse que su mayor desafío estaba por llegar. El ex presidente ofrece estos consejos a los altos directivos en estos momentos de pandemia:

  1. Intentar llegar a acuerdos de cooperación y solidarios con gobierno y organizaciones sociales. Las empresas deben demostrar que están dispuestas a dar todo lo que puedan para luchar contra la crisis.
  2. Preservar el aparato productivo.
  3. Abordar la transformación digital.
  4. Anticiparse al mundo que resultará de esta crisis, que será diferente a lo que hemos conocido hasta ahora.

Para ello, González aporta alguna de las claves del buen liderazgo en este momento:

El líder de hoy debe destacar por su fortaleza emocional, por la empatía con los ciudadanos, por ser humilde y con criterio y por su capacidad de diálogo para llegar a acuerdos.

Fuente: La Ser

El líder ante la crítica

En situaciones inéditas y de mucha presión, los líderes se ven sometidos a un excrutinio constante que deja al descubierto de manera inmediata sus errores y debilidades. Como líder de una nación, González tiene mucha experiencia en este sentido y aporta la visión de la experiencia:

«Las críticas hay que soportarlas en una sociedad libre y democrática. Hay que reconocer los errores y no pasa nada. El error en política es perdonable, no que no es perdonable es la estupidez«. Por eso, todo directivo debe diferenciar bien los dos tipos de críticas que existen: la crítica que te ayuda a reaccionar y recomponer lo que tienes que hacer, que es positiva aunque sea ácida, y la crítica que trata de dividir y crear odio.

Este es un momento crucial para crecer como líderes, aprendiendo más que nunca de los errores desde la humildad y la empatía.