El pasado viernes compartimos en Deusto Business School nuestro Desayuno Canal CEO con Enrique Tomás, un nombre y apellido que simboliza no solo la marca de jamón ibérico más internacional de nuestro país, sino la clave del éxito empresarial cuando este es fruto del esfuerzo en equipo.
Enrique Tomás es uno de esos empresarios hechos a sí mismos, capaces de abrirse un camino propio hacia el éxito de la mano de un producto de enorme calidad, en este caso, el jamón ibérico de bellota, al cual ha concedido fama mundial.
Con 136 establecimientos en todo el mundo y 3.000 jamones vendidos al día este año, Enrique Tomás, que aún hoy se considera un tendero, nos cuenta en este Desayuno Canal CEO el secreto de su hazaña internacional, la cuál dibujó hace mucho tiempo: “Yo pinté mi sueño desde qué nací (…), tuve muy claro que en el mundo del jamón se podía hacer algo grande”, explica este empresario que en 2022 facturó más de 100 millones de euros.
Han hecho posible es Desayuno Canal CEO: Nacex, Number 16 School y Refruiting.
“Creo en el talento, en los senior y en la fuerza de la mujer”, Enrique Tomás
Cadenas de confianza
Sin embargo, Enrique Tomás no ha estado solo en la construcción de ese sueño. Le han acompañado personas muy talentosas, a las cuales ha conocido a través de amistades comunes y conocidos, es lo que Tomás denomina cadena de confianza porque, asegura, “los amigos hay que compartirlos”.
Y no solo compartirlos, también cuidarlos. Y es que, este negocio “va de mucho cariño, va de personas”, subraya este empresario de éxito, que ya tiene a 1.200 empleados en su compañía.
El equipo humano hace la marca
Cuando le preguntamos a Enrique Tomás por la clave del éxito de su negocio, su respuesta se reduce a un solo término: el personal. El factor humano es esencial para conquistar al consumidor. De hecho, Tomás señala que el verdadero reto es “que el personal sienta la camiseta”, hacer ver a todos los empleados y empleadas que han de sentirse parte de esta gran familia. “Nos dejamos la vida por hacer un jamón buenísimo (…), y el verdadero componente de un bocadillo es el amor”.
Porque si bien Enrique Tomás personaliza esta gran compañía, no solo con su nombre, sino con su carisma, este tendero solo desea una cosa, que “la gente no sepa que Enrique Tomás es una persona, sino una marca o empresa”, porque eso significará que todos los que hacen posible esta aventura son capaces de transmitir su esencia.
No en vano, Enrique Tomás no solo capeó estoicamente el temporal desatado por la covid-19, sino que salió incluso fortalecida, tal y como señala su fundador, quien destaca, por encima de todo, el valor humano de la firma, “que ha servido para ayudar a personas”.
“Esas cosas pasan, son mágicas, y son cadena de confianza”, Enrique Tomás
El futuro de una marca con nombre propio
Enrique Tomás ha apuntalado el futuro de la empresa que lleva su nombre gracias al relevo generacional, aquel que tomarán sus hijos. Llegado el momento, en un horizonte no muy lejano, de aquí a siete años, Tomás dejará la dirección para actuar en calidad de presidente.
Pero mientras tanto, continúa haciendo realidad su sueño de internacionalización, llevando al jamón donde debe estar, en lo más alto de la cultura gastronómica a nivel internacional: “el jamón está en pañales para lo que va a estar”, señala.
Y es que, si por algo se caracteriza Enrique Tomás es por su resiliencia y empatía, en otras palabras, por su capacidad para adaptarse, no solo a nuevos mercados, sino a nuevas tendencias de consumo.
Esta virtud le ha permitido elaborar la receta perfecta para seguir conquistando países con su jamón de bellota, una receta basada en un producto de calidad y la ausencia de miedo a lo desconocido. “Tropicaliza tu negocio”, exclama Tomás cuando habla de cómo la marca ha sabido conquistar miles de paladares al otro lado del océano acomodando sus recetas a los gustos de otros consumidores y ofreciendo un concepto global de gastronomía española más allá de nuestras fronteras, a través de Enrique Tomás Experience.
Del Desayuno al espacio exterior
Este líder innato asegura que no hay que precipitarse en la toma de decisiones estratégicas, pero sí tener muy buen olfato para las tendencias, al menos para esas a las que uno debe subirse: “El delivery es el presente y el futuro de alimentación, no de la restauración”, señala cuando habla de los nuevos desafíos de su empresa.
Desafíos ante los cuales el jamón parte de una posición privilegiada: “El turismo nos lo ha puesto muy fácil”, indica, porque los viajeros que vienen a nuestro país se convierten en prescriptores del producto casi de forma inmediata, y esa es una oportunidad que Enrique Tomás sabe que no puede desperdiciar.
Olfato ante las tendencias y soñar a lo grande, porque otro de sus proyectos es llevar el jamón de Enrique Tomás al espacio exterior través de diferentes test que ya está realizando junto a la NASA. Porque como concluía este Desayuno:
“Tan importante es saber de dónde vienes y como hasta dónde quieres llegar, y que nadie tenga dudas: Enrique Tomás quiere llegar al espacio exterior”, Enrique Tomás