¿Has llegado al máximo que pudieras dar en tu compañía? Si estás a gusto, la respuesta está clara: aún puedes ir más allá. En un nuevo capítulo de la serie CEO Rebels, hablamos de cómo romper el status quo con el director general de Cabify España, una compañía que ha cambiado por completo la movilidad en las grandes ciudades.
Cabify no ha tenido un camino de rosas en España. Les han roto coches a pedradas, han tenido que sufrir huelgas o enfrentarse a un laberinto burocrático. Por eso, cuando Daniel Bedoya, el director general de la compañía en nuestro país, nos advierte que, para evolucionar, hay que estar dispuestos a sufrir “dolor”, sabemos que se predica con el ejemplo.
Este ingeniero agrónomo abandonó su profesión para adentrarse en el mundo tecnológico y, concretamente, en el incipiente negocio de la nueva movilidad. Después de afianzar Cabify en Brasil, llegó a Europa donde ascendió a su puesto actual.
No te pierdas este interesante capítulo de la web serie CEO Rebels, conducida por Juan Luis Polo, presidente y fundador de Good Rebels. La agencia independiente que ofrece soluciones 360º para crear experiencias digitales que conectan marcas y personas combinando datos, diseño, creatividad y tecnología.
“Si estás muy confortable, es que no estás llegando a donde quieres”, Daniel-Marcelo Velazco Bedoya
Cabify: la cultura de la disrupción como rebeldía
En solo los 4 años que lleva al frente, y con una pandemia y un confinamiento de por medio, la compañía ha conseguido tener “más de 1.000 empleados, facturar centenas de millones, impactar positivamente en la vida de las personas, en su movilidad, pero también en el empleo al convertirse en una solución para la reincorporación al mercado laboral de mucha gente”.
“Evolucionar y transformar exige dolor. Y eso significa un poco esa gota de rebeldía. El dolor de romper ritmos externos e internos. Con Cabify, entramos como disrupción en una industria súper tradicional y nos toca seguir trabajando aquí: no hemos logrado transformar todo lo que queríamos y seguiremos trabajando durante muchos años internamente para cambiar costumbres, hábitos, procesos, formas de gestión que quedan obsoletas por la realidad. O eres ‘rebelde’ al status quo o no construyes lo que hemos logrado nosotros”, nos explica Bedoya.
Siempre tienes que pensar en ser el mejor
“Para ser grande, tienes que pensar siempre en ser el mejor”. Bedoya tiene muy presente esta frase. Puede sonar arrogante; de hecho, a él se lo pareció cuando la oyó por primera vez. Fue hace unos 15 años, era muy joven y trabajaba como ingeniero agrónomo para el quinto mayor productor de leche de Brasil: “En esa época no lo entendí bien. Me pareció hasta un poco prepotente. ‘Para este tipo es fácil decirlo, que ya tiene sus 50.000 litros de lecha al día en Brasil’, pensé. Pero, después, fui entendiendo: esa base de inquietud es lo que te hace crecer. Si no piensas en ser el mayor, si no piensas en ser el mejor, es que nunca lo serás. Serás conformista y no lo debes ser”.
“Un líder tiene muchos papeles: uno de ellos es ver cómo estás rompiendo el status quo continuamente. El problema es que vuelvas al equipo loco, pero debes estar continuamente en busca de la perfección. Y no llamemos perfección del detalle, sino de preguntarnos todo el rato si lo estoy haciendo lo mejor que puedo. ¿Estoy generando el mayor impacto que podría? ¿Está llegando a la máxima de nuestros valores?”, precisa.
“La rebeldía sin control puede ser un problema”, Daniel-Marcelo Velazco Bedoya
Eso sí, la rebeldía tiene que ser manejada con cuidado: “Como empresa líder, tenemos que ser coherentes, tanto con los empleados como con los clientes. La sociedad busca empresas coherentes. Lo que digo, hago. Punto. Y soy constante. La coherencia y la constancia son lo que hace que las personas sigan a alguien. (…) En este sentido, tenemos que ser previsibles para los que nos rodean, pero también tenemos que sacar a las personas y a la sociedad de la zona de confort. (…) Como líder de un equipo, en algún momento tienes que dar ‘la chispa’ a tu equipo. Esa chispa es la rebeldía necesaria en organizaciones disruptivas, pero sin olvidar que la rebeldía sin control también puede ser un problema”.
Hay que fijarse en la industria tradicional
Tienen una flota VTC en Madrid de vehículos propulsados por hidrógeno; en Latinoamérica ya han hecho sus pinitos en la gestión de helicópteros; han dado el salto al transporte de mercancías o a la mensajería urgente y estudian cómo aplicar la inteligencia artificial a los trayectos cotidianos de la gente. Está claro que Cabify es una de las empresas más revolucionarias del momento. Por eso, nos deja de ser sorprendente cuando Bedoya asegura que se inspira constantemente en “las empresas con más de 10 o 20 años de antigüedad”.
“Tenemos que ser previsibles con coherencia y constancia, pero también tenemos que sacar a las personas y a la sociedad de la zona de confort”, Daniel-Marcelo Velazco Bedoya
“Me fijo mucho en la industria tradicional. Creo que la industria de tecnología siempre está buscando como un conocimiento que nadie ha descubierto todavía. Sin embargo, ya está alrededor lo que necesitamos hacer. Podemos aprender de una panadería de la esquina. Puedo aprender de un conductor de taxi o de un conductor de VTC: ahí yo tengo muchos iconos”, explica.
En el fondo, como nos argumenta Bedoya, este sector está aún en pañales y aún todos tenemos mucho que aprender: “La movilidad es una industria de siglos. Estamos en los primeros años de una transformación de toda la movilidad. El ride-hailing es solo el 3-4% de todo el sector de la movilidad, de toda la industria de transporte. No es nada. Cuando pones todo en contexto, comprendes que ha pasado un momento disruptivo de entrar, de pensar qué tecnología es la mejor (…). Ahora, que tenemos algunas respuestas, empezamos a gestionar un negocio que tiene que vivir muchos años. Empezamos a entrar más en lo tradicional: ya sea con ideas más tradicionales o con proyectos mucho más acotados. La disrupción puede ser algo del día a día: puede ser una alianza, cómo lanzas una ciudad nueva, puede ser las flotas…”
En el fondo, un CEOs rebelde vive “un juego de doble personalidad y tiene que buscar siempre el equilibrio”.
Una iniciativa de Good Rebels, la agencia independiente que ofrece soluciones 360º para crear experiencias digitales que conectan marcas y personas combinando datos, diseño, creatividad y tecnología.