Cuando multiplicar el bienestar es un juego

Motivación, compromiso y salud. Con estos tres conceptos como base, los departamentos de RRHH tratan de diseñar las estrategias que marquen el futuro de su actividad, concretamente de la relación entre la dirección empresarial y sus plantillas. Porque el índice de bienestar del capital humano de una compañía está íntimamente relacionado con el éxito de la misma, y así lo demuestran numerosos estudios llevados a cabo en la última década. Ahora bien, ¿cómo desarrollar dichas estrategias para mejorar ese employer branding? La respuesta pasa por la gamificación.

¿Qué es la gamificación aplicada a las empresas?

La gamificación trata de transformar procesos de trabajo tediosos y relaciones humanas poco participativas en el seno de la empresa a través de elementos propios del juego y la competición. De hecho, las acciones o procesos gamificados dentro de la organización suelen otorgar puntos o establecer rankings de clasificación para dar visibilidad a los logros, individuales o colectivos, de los empleados y empleadas participantes.

Y si bien es cierto que la gamificación comenzó a implantarse como estrategia de fidelización de la clientela por parte de algunas marcas con una fuerte presencia online, hoy en día es la respuesta a muchas de las dificultades de RRHH en su intento por lograr mayores cotas de motivación, compromiso y bienestar en los equipos de trabajo.

De la formación al ejercicio físico, todo es gamificable

La formación, así como los planes de upskilling y reskilling (especialización y reciclaje profesional) de las empresas, han sido el primer capítulo en el que las organizaciones han incorporado la gamificación.

Esta última favorece la rápida adquisición de conocimientos sobre el uso de nuevas aplicaciones, sobre las cualidades de productos y servicios que van a lanzarse al mercado o en el desarrollo de ciertas competencias necesarias para el día a día dentro de la empresa.

No en vano, la formación es, a su vez, uno de los beneficios empresariales mejor valorados por los trabajadores y trabajadoras hoy en día. Y la gamificación posibilita que las plantillas puedan poner a prueba los conocimientos adquiridos de forma proactiva.

En el sector de la banca, BBVA es una de las organizaciones que destaca precisamente por su apuesta por la gamificación. Pero no solo en la aplicada a estrategias de marketing y enfocada al cliente, sino en aquella cuyo objetivo es mejorar los procesos formativos del conjunto de sus profesionales, como demuestra, por ejemplo, su programa de liderazgo para equipos de alto rendimiento.

Actualmente, la gamificación se aplica no solo a la formación, sino a todo tipo de experiencias laborales como el onboarding, procesos productivos, acciones de mejora de entornos de trabajo de diversa índole o incluso planes de promoción de la salud física y mental en las plantillas a través de objetivos saludables.

Las ventajas de la gamificación en las plantillas

Según un estudio elaborado por la plataforma TalentLMS, el 89 % de los empleados y empleadas encuestados consideran que la gamificación incrementa su productividad, un 88 % cree, además, que aumenta su nivel de felicidad en el trabajo.

No en vano, se espera que el sector de la gamificación presente, hasta 2026, una tasa de crecimiento anual de más del 25 %, cada vez más presente en sectores como el de la educación, el marketing o los RRHH.

Y es que, el número de entidades que implantan la gamificación para mejorar la productividad a través de la participación, el compromiso con la empresa y el bienestar de los trabajadores y trabajadoras va en aumento.

En el caso del bienestar, las ventajas son patentes. A través de la gamificación, cualquier entidad puede favorecer la implantación de estilos de vida saludables en los trabajadores y trabajadoras. Estos últimos son partícipes de retos deportivos basados en hábitos beneficiosos para la salud y que fomentan el trabajo en equipo y la cooperación, fomentando así relaciones de trabajo más saludables.

Para una generación que reivindica algo más que una nómina a fin de mes, la gamificación puede suponer una llave hacia mayores cotas de bienestar en el puesto de trabajo.

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