El equilibrio entre consistencia y agilidad que necesita un líder

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John Coleman es coautor del libro Passion & Purpose: Stories from the Best and Brightest Young Business Leaders (Harvard Business School Press, 2011). En un artículo publicado en HBR, Coleman expresa su predilección por las «matrices de 2×2» en la estrategia de negocios. Sobre todo, si contraponían dos factores a primera vista en conflicto.

Consistencia y agilidad

Coleman contrapone cómo los líderes pueden ser más estratégicos, capaces de ejecutar su negocio, mientras siguen atentos al mercado y tratan de adaptarse a él. Consistencia y agilidad son las palabras elegidas para definir cada situación.

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Líderes consistentes

Los mejores resultados son los de los consistentes, los de aquellos líderes que trabajan duro. Se ponen metas que logran para ellos y para sus empleados. Esa consistencia se refleja en los productos y las experiencias del cliente. Sin embargo, esa consistencia conlleva ser más rígidos.

Líderes ágiles

En el otro lado de la matriz encontramos a los líderes más ágiles. El mercado actual, según Coleman, exige a personas y empresas que estén adaptándose constantemente. Y una muestra de ello es ver las empresas que en los 50 o 60 era importantes y las que lo son ahora.

«Claro que de la misma manera que la consistencia puede suponer rigidez, la agilidad puede llevar a la falta de enfoque».

Hace falta perseverancia y dedicación para ejecutar sus visiones. A menudo recurren a nuevos proyectos antes de terminar proyectos anteriores y, en casos extremos, obligan a sus equipos u organizaciones a caos e inestabilidad.

La combinación ganadora

Es en la combinación de consistencia y agilidad que los líderes pueden convertirse en estratégicos, realizando el propósito de una organización con excelencia, pero cambiando de rumbo cuando la situación lo exige.

Estos líderes tienen altos estándares de calidad, logran objetivos y esperan consistencia, pero también están abiertos al cambio, vigilan el entorno externo y entienden cuando las viejas formas de trabajo ya no pasan la prueba del mercado en el que compiten.

El autoconocimiento

Por supuesto, este supuesto es difícil. Entonces, ¿cómo pueden los líderes mantener estos rasgos a la vez? John Coleman apuesta por el autoconocimiento en primer lugar. Hay que saber cómo somos, si más tendentes a la consistencia o agilidad. Comprender y aceptar nuestras tendencias es la base para el crecimiento.

Dados esos pasos, podremos rodearnos de otros que complementen nuestros rasgos:

  • Para asegurar la coherencia, desarrolla cuadros de mandos sólidos y cuadros de mando equilibrados para asegurar que los resultados se alcancen de forma consistente y mejoren continuamente.
  • Para asegurar la agilidad, desarrolla un modelo de planificación fluida que permita a la organización cambiar fuera del proceso formal de planificación anual y crear un proceso anual de planificación estratégica que mira al exterior y obliga a la organización a contemplar grandes ideas.